PROYECTO: JANÉ&FONT.
Esta casa se sitúa en una zona residencial alejada del centro del pueblo de Begur, muy cerca de una de sus calas en la Costa Brava. Situada en segunda línea de mar, dispone de unas privilegiadas vistas del mar Mediterráneo con las islas Medas y el Cap de Creus de telón de fondo.
FOTOGRAFÍAS: JORDI MIRALLES.
Esta espectacular casa de verano, moderna y acogedora, es fruto de la reconversión de la vivienda original que había sido ampliada varias veces al largo del tiempo. Se accede a la residencia por el centro de la planta superior y es aquí donde se desarrolla la mayor parte del programa. Al entrar, se encuentra un patio interior que da acceso al salón, comedor y cocina que comparten un único espacio, pero con ambientes diferenciados.
Estas estancias se extienden hacia el exterior a través de un gran porche y una terraza semicubierta. En este nivel también se hallan tres habitaciones en suite y un segundo salón destinado a ver la televisión. La escalera situada en la sala de estar conduce al piso inferior donde se sitúan las dos suites principales y la zona de lavandería.
Además de la edificación principal, en la parcela hay un pabellón independiente que se ha reconvertido en el espacio para el dormitorio juvenil aislado del resto de la vivienda.
El proyecto fomenta la comunicación del interior de la casa con el exterior y redistribuye los espacios para dotar de mayor fluidez en su división. La funcionalidad no se riñe con la forma.
La singularidad de cada una de las estancias se unifica a través de los colores y materiales utilizados que constituyen un lienzo perfecto en el que exterior es el protagonista. La elección de los materiales y colores para los acabados son luminosos y naturales; la madera, los colores claros, las fibras naturales … se obtiene así un lugar que respira tranquilidad.
Otro factor que se ha tenido en cuenta a la hora de crear esta casa ha sido el clima mediterráneo. Con veranos calurosos y húmedos e inviernos fríos con capítulos de fuerte viento, se ha adaptado la construcción al clima a través de sistemas de climatización pasivos, activos y a través de la configuración de la propia arquitectura. Esto completa una arquitectura concebida para ser vivida, en la que los autores han pensado en todos los sentidos del ser humano para ofrecer estímulos visuales, olfativos, sonoros e incluso para el gusto.
Siguiendo las pautas marcadas por las austeras líneas de la arquitectura de esta vivienda, el proyecto de interiorismo ha planteado unos interiores muy vinculados al paisaje exterior y que, al mismo tiempo, reproducen el sosiego y la tranquilidad que anticipan sus muros.
Las habitaciones se han amueblado de forma minimalista, apostando únicamente por el uso de las piezas imprescindibles y dejando de lado lo superfluo, de modo que se han creado atmósferas acogedoras y limpias, que invitan a la relajación y a la tranquilidad. Una sencillez y depuración que se ha seguido también en los baños, en los que domina el blanco y la madera.