EQUILIBRIO ELEGANTE Y CONTEMPORÁNEO.
PROYECTO: PABLO BELDA, TOMÁS AMAT, TOMÁS AMAT ESTUDIO DE ARQUITECTURA.
En Elche se levanta esta vivienda unifamiliar de porte minimalista y alma escultórica.
El estudio ha resuelto un programa de necesidades complejo y con altas exigencias, tanto de privacidad como de calidad, para una pareja con dos hijos que tenía desde el principio una idea muy clara de lo que su nuevo hogar debía transmitir: sencillez, elegancia y funcionalidad.
FOTOGRAFÍAS: DAVID FRUTOS. TEXTOS: PAU MONFORT.
En un barrio residencial consolidado de la ciudad y rodeada de viviendas en sus tres medianeras, esta villa se enmarca en una parcela de 1000 metros cuadrados con una superficie total construida de 590. Es el punto de partida para un proyecto que, como indican los arquitectos, “ha ido definiendo su propia huella dentro de la parcela en base a las limitaciones normativas de la zona y a la orientación de la fachada principal”. Dos factores, comentan, “que también han influido a la hora de definir y articular la vivienda en tres volúmenes longitudinales que le confieren una imagen fragmentada, albergando cada uno de ellos una parte diferente del programa de necesidades”.
Es por eso por lo que Villa ZüV se distribuye en dos plantas por encima de la rasante y un sótano. Nada más acceder a la casa y a pie de calle, se ubican cocina, salón-comedor, estudio, aseo y habitación de invitados. Los dos primeros abiertos literalmente hacia el jardín y conectados a éste a través de una carpintería de aluminio de perfil mínimo y retráctil que permite la conexión total entre interior-exterior. Sus fronteras se diluyen sin perder, eso sí, un ápice de privacidad. Sistemas horizontales de aluminio correderos en esta partida protegen la vida interior en la villa de las miradas ajenas y matizan la entrada del sol de poniente. Las vistas panorámicas hacia la piscina y la zona de jardín quedan aseguradas, a la vez que la intimidad de los habitantes de Villa ZüV.
Guiando el tránsito hacia la planta primera y el sótano, destaca una imponente escalera de gran dimensión a la que los arquitectos han querido otorgar cierto protagonismo dentro del proyecto. Su visión resulta casi escultórica y ha sido diseñada, no sólo desde un punto de vista formal y estructural, sino también para ser disfrutada en su paso. Este elemento central de la vivienda (el corazón interior de la misma) ofrece una estética ligera y liviana a pesar de estar construida a base de hormigón. Flanqueada por láminas de vidrio y una estructura protectora de perfiles de madera, su diseño se equilibra y luce en armonía haciendo contrastar de forma bella las cualidades estéticas tan diferentes de estos materiales nobles, fríos y cálidos respectivamente.
La luz natural del sol penetra por el revestimiento de madera y queda matizada en su entrada a los diferentes distribuidores de la planta superior e inferior. La disposición irregular de estos perfiles o listones de madera, que evocan además una sensación de ritmo y movimiento, proyecta entonces haces de luz y un juego de mil matices en los pavimentos.
La planta superior de la vivienda da cobijo a una sala de estar y zona de televisión, así como a tres amplios dormitorios. Cada uno de estos últimos, orientado a una fachada diferente, dispone de baño privado y terraza. Todas estas estancias quedan conectadas entre sí por un distribuidor que las articula.
En el nivel sótano se alberga el garaje y salas de instalaciones, sin perder así superficie útil reservada, en su lugar, para el jardín. Esta zona exterior principal se ha planteado entorno a la piscina rectangular a la que, también, vuelcan cocina y salón. Con acceso desde esta última estancia destaca así mismo un gran porche de doble altura acabado en microcemento que hace las veces de terraza y potencia la imagen fraccionada de la villa. En su parte posterior y más alejada se dispone de otra zona de exterior preparada y habilitada para realizar barbacoas y otros eventos gastronómicos con los que disfrutar en familia y recibiendo visitas.
Mención especial merecen las especies verdes autóctonas, sobre todo la palmera, que lucen en las zonas ajardinadas de Villa ZüV, así como las otras importadas que añaden un punto exótico y exuberante al exterior de la casa.
En cualquier proyecto residencial de esta dimensión y, por tanto, también en la planificación y desarrollo de Villa ZüV, las calidades y materiales por los que se apuesta para el diseño interior marcan la diferencia. En este caso, y por requisito específico de los propietarios, esta era una de las prioridades. Deseaban revestimientos y calidades de alta gama, duraderos y atemporales para un diseño minimalista y contemporáneo que, a su vez, imprimieran a la casa una estética armoniosa y acogedora.
Para ello, el estudio de Tomás Amat y Pablo Belda ha apostado por el uso predominante del hormigón, el microcemento y la madera natural en el interior de Villa ZüV.