PROYECTO: ARTIO STUDIO.
El estudio de arquitectura e interiorismo de Barcelona Artio firma la construcción de Casa Ladera, una vivienda unifamiliar de doscientos treinta y siete metros cuadrados, situada en una de las laderas de las montañas de Alella, población cercana a la ciudad de Barcelona.
FOTOGRAFÍAS: CARLOS GARRALAGA.
Edificada en una extraordinaria ubicación desde la que disfrutar el paisaje que la envuelve, en plena costa del Maresme, esta casa ha supuesto un importante desafío técnico para el estudio por la disposición en pendiente del terreno, obligando a invertir el orden natural de la construcción de las viviendas de dos plantas y creando el acceso en la parte superior.
La casa está diseñada a partir de dos volúmenes geométricos sobrepuestos, de diferentes dimensiones y ligeramente rotados, que emergen del terreno dejando una de sus aristas aparentemente flotando en el aire. Es el punto de contacto entre ambos volúmenes que actúa como núcleo de comunicación. El cuerpo superior que se eleva sobre el ambiente boscoso ha sido destinado a la planta de día, utilizando un diseño abierto para generar una convivencia fluida de todas las estancias, mientras que la planta inferior se ha reservado a los dormitorios y al estudio, disfrutando del paisaje mediterráneo, mientras que el corredor de acceso se abre al patio trasero facilitando la ventilación cruzada.
Todas las estancias de la vivienda se abren a través de grandes ventanales hacia el paraje natural que las rodea, permitiendo disfrutar del entorno a la vez que se aprovecha al máximo la luz natural. Una configuración que permite difuminar las barreras que separan los espacios interiores de los exteriores, eliminando los límites al hacer desaparecer las ventanas correderas en una estructura que las recoge fuera de los muros de la casa.
El acabado exterior de la vivienda se ha realizado mediante enlucido monocapa Weber y para conseguir la unidad de toda la envolvente, se han realizado dos soluciones constructivas con un mismo acabado.
En la planta baja se ha realizado mediante el sistema SATE (sistema de aislamiento térmico exterior) que consta de placa de aislamiento de seis cm de XPS, unida a la fachada mecánica y químicamente, y recubierta por doble capa con malla de enlucido.
En la planta primera, sobre las placas de fibroyeso, se ha aplicado directamente el acabado exterior con doble capa de enlucido con malla, ya que el aislamiento ya estaba dispuesto dentro del panel Sandwich y no era necesario generar un sistema Sate.
Para dar un toque de calidez y movimiento a la fachada, en algunos puntos concretos, el acabado exterior se ha sustituido por doble capa de madera de pino autoclave.
Para cumplir con las diferentes necesidades y exigencias de los propietarios, la distribución y elección de materiales, acabados y mobiliario han sido determinantes para hacer de Casa Ladera un hogar, un espacio de descanso y desconexión. Su interiorismo ha buscado crear un envolvente en tonos neutros, donde la madera tiene un papel protagonista, apareciendo recurrentemente en cada estancia y ofreciendo calidez y serenidad.
Los muebles son sencillos, de estética marcadamente geométrica para seguir el ejemplo de la estructura de la vivienda y con frontales de color blanco que no quieren interferir en la belleza de las vistas que se cuelan por los grandes ventanales.
Materiales porcelánicos y mármoles se emplean en las superficies horizontales dotando la vivienda de elegancia y calidad, mientras que los diferentes textiles contribuyen a aportar frescura y a equilibrar el conjunto.