La exposición sobre el arquitecto británico, organizada en colaboración con la Norman Foster Foundation, abrió recientemente sus puertas en el Espacio Fundación Telefónica donde exhibe maquetas, como la nueva sede de Apple en Cupertino, la ampliación del Museo Nacional del Prado o un proyecto de habitáculos en la Luna.
Todos ellos, ejemplos que buscan conciliar tradición y modernidad a través de la inspiración en proyectos pasados que otorgan continuidad a su trayectoria.
Coincidiendo con la presentación pública de la Norman Foster Foundation en Madrid hace apenas dos meses, el Espacio Fundación Telefónica, en colaboración con su fundación, organiza “Norman Foster. Futuros comunes”, una exposición, comisariada por Luis Fernández-Galiano, catedrático de Proyectos en la Escuela de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid, que pretende acercar al público la obra del arquitecto y su visión del futuro, al mismo tiempo que mostrar sus fuentes de inspiración.
En la exhibición, que podrá verse en la planta tres de la Fundación hasta el 4 de febrero de 2018, se documentan doce proyectos recientes que dialogan con otras tantas propuestas de décadas anteriores del arquitecto británico, para subrayar la continuidad de sus inquietudes y, al tiempo, poner de manifiesto la variedad de sus intereses. Más allá de la fascinante excelencia técnica y estética de los edificios firmados por Foster, esta exposición incide a través de más de 30 maquetas, 160 dibujos y varios audiovisuales, en algunas cuestiones menos reivindicadas pero igualmente trascendentales dentro de su trayectoria: la sensibilidad social que ha guiado muchos de sus trabajos, el diálogo entre tradición y modernidad, la reflexión acerca de la sostenibilidad y la vida en las ciudades, y el papel de la innovación y la tecnología.
Compuesta por un diálogo entre proyectos pasados, presentes y futuros, la muestra sobre Foster aporta una visión de conjunto única. En palabras del mismo Foster, la exhibición «es una mirada al futuro, pero sin dejar de mirar al pasado remoto, una visión que nos da continuidad. Muestra el otro lado de los proyectos que me motivan, aquellos más pequeños que pueden marcar una gran diferencia, en los que la tecnología y el imperativo social contribuyen a fines sociales como la mejora del cambio climático, la igualdad, el bienestar social… Son temas recurrentes a lo largo de mi carrera, que tienen continuidad hoy«.
Inspirándose tanto en las construcciones históricas como en los avances científicos, sus proyectos reconcilian tradición y modernidad, inteligencia urbana y capacidad transformadora, excelencia estética e innovación tecnológica. De las intervenciones en edificios patrimoniales a los proyectos de habitáculos en la Luna, la obra de Foster recupera la memoria del pasado y anticipa las necesidades del futuro sin dejar de estar sólidamente arraigada en las demandas y urgencias del presente. Sean los nuevos espacios del trabajo o la cultura, la atención a los pacientes de cáncer o a las poblaciones carentes de infraestructuras, los desarrollos urbanos sostenibles o las rutas elevadas para ciclistas y peatones, las propuestas de Foster estimulan el empeño por hacer las ciudades más habitables y todo ello bajo el signo de la sensibilidad social, de la apertura al cambio y de la innovación.
El arquitecto usa el conocimiento técnico para prefigurar el futuro y superar barreras físicas o sociales.