EN LA COSTA BRAVA
PROYECTO: MARC RIBAS, MRG ARQUITECTURA.
Esta vivienda ubicada en un paraje maravilloso de la Costa Brava, proyectada por el arquitecto Marc Ribas del estudio MRG Arquitectura, demuestra que los diseños funcionales realizados con rigor y equilibrio, conducea a espacios arquitectónicos luminosos y únicos que se funden en el paisaje.
FOTOGRAFÍAS: OSCAR GUTIERREZ. TEXTOS: ADA MARQUES.
La vivienda se proyectó en forma rectangular alargada generando una casa cómoda en planta baja que desarrolla todo el programa necesario para la propiedad, quien pidió al arquitecto pensar en la villa como un espacio de relajación y meditación.
La planta se distribuye a partir de un garaje, en la zona más cercana a la calle, que dispone de un camino con acceso directo para los vehículos. Este camino se ha separado de la zona de jardín mediante un ligero cambio de nivel con vegetación que sirve de filtro hacia la zona exterior de piscina.
Accediendo a la puerta principal por la zona posterior a la vivienda mediante una ligera rampa, se encuentra un pasaje con vegetación frondosa. Al abrir la puerta se accede al recibidor con un patio interior central que articula toda la vivienda y le imprime un carácter especial.
El patio interior mide unos tres metros cuadrados y genera un filtro entre el recibidor principal y el exterior desde donde se contempla la gran piscina que dispone del mismo eje. La luminosidad del patio y la continuidad de la piscina constituyen el eje principal de la casa.
El gran salón, comedor, cocina ocupan la planta baja de este proyecto en perfecta comunicación con la zona ajardinada de la vivienda gracias a los grandes paños de cristal. Este espacio se ilumina con un gran ventanal en esquina que permite abrirse a las vistas marítimas y conseguir que el azul del mar y la piscina confluyan en todas las zonas de día de la vivienda.
El patio central permite ventilar todas las estancias de la vivienda aportando una gran eficiencia energética en verano y una regulación de la temperatura natural todo el año. La cubierta de la vivienda se ha realizado ajardinada para conseguir que el impacto de la quinta fachada sea nulo y al mismo tiempo lograr un gran aislamiento térmico.
La suite principal muestra el mismo concepto de toda la vivienda con grandes ventanales y una idea de vestidor y baño abierto para disfrutar de la sensación de vivir el interior como si se estuviera en el exterior en todo momento.
La piscina alargada en sentido perpendicular a la casa permite romper en dos partes el jardín y dar sensación de continuidad del agua de la piscina como si conectara con el patio interior de la vivienda.
En un lado del jardín se dispone de la zona de tumbonas y mesas exteriores y en la otra zona se proyectó unos bancos de obra con cojines para disfrutar de la zona de relax. El espacio ajardinado comparte funcionalidad con el garaje, cosa poco habitual. En esta casa, ambos espacios se encuentran en la parte anterior del edificio por lo que se ha estudiado con mucho detalle que ambas funciones no se molesten entre sí.
La fachada blanca contrasta con los aluminios de color gris antracita y los voladizos de hormigón visto que, en conjunto y mezclado con el agua y la vegetación, hacen que se funda con el entorno de manera firme, pero sin querer destacar por encima de los elementos naturales.
El agua, la luz y la vegetación son para el arquitecto los elementos primordiales de este proyecto que, junto con la vivienda proyectada, logran espacios y sensaciones únicas.