La intervención en el diseño de esta vivienda, en la Urbanización Rocagrossa de Lloret de Mar, Girona, potencia la distribución funcional, para lo cual el arquitecto y la interiorista proponen un espacio agradable, íntimo y cálido, planteando un juego de perspectivas que se tamizan con el proyecto del mobiliario.
Habitando el vacío… este ha sido el concepto del proyecto desde los primeros esbozos. El arquitecto empezó entendiendo el terreno granítico existente como si de un gran bloque de piedra se tratara, el cual se iría esculpiendo, generando así que la luz vaya filtrando hacia las diferentes estancias de la vivienda.
El concepto tectónico de piedra natural ha sido la base de este proyecto el cual se protege en las fachadas norte, este y oeste, abriéndose mediante grandes ventanales de 5 x 2,90 metros de altura de una sola hoja corredera que permite que los espacios interiores pasen a ser grandes zonas porchadas exteriores en cuestión de segundos.
El concepto interior-exterior se pierde una vez se accede a la planta baja de la vivienda, a la zona de día. El proyecto se ha resuelto con tres materiales: el mármol travertino romano como esencia tectónica, los muros de hormigón visto (muros jardineras exteriores, muro calle principal, muros de sótano y pérgolas exteriores) y el vidrio. Los interiores siguen el concepto tectónico con piedra natural en pavimentos y revestimientos con elementos de madera de roble natural para los detalles de mobiliario interior.
Como primer filtro de luz se han dispuesto unas pérgolas de hormigón visto que generan los primeros vaciados exteriores de la roca previos a los grandes vacíos interiores de la vivienda.
Se aprovechan las fantásticas vistas del entorno natural y la conexión con las salas interiores que envuelven las terrazas a partir de la aportación de un diseño que, a modo de filtros, define y diferencia el carácter de cada espacio.
Arquitectura: Marc Ribas – MRG Arquitectura.
Arquitectura interior: Maite Prats.
Fotografías: Óscar Gutiérrez