PROYECTO: VICENÇ MULET.
El arquitecto Vicenç Mulet ha terminado recientemente un proyecto residencial en su isla natal, Mallorca. Conocedor de las particularidades del lugar, Mulet ha diseñado una casa que rinde homenaje a la construcción mediterránea y mallorquina.
FOTOGRAFÍAS: JOSÉ HEVIA.
Ca n’Uli es una casa diseñada a escala humana, un espacio íntimo, de apariencia deliberadamente austera y, sobre todo, fácil de habitar. Desde fuera se aprecia la simplicidad de las líneas y una solución precisa para mantener la privacidad. Dentro, las estancias se conectan como un solo espacio en torno a un patio central. El color verde de las puertas, típico de las construcciones de la zona, aviva los tonos neutros de la casa y contagia de un plácido bienestar.
La construcción se encuentra en una antigua urbanización al norte de la isla de Mallorca. El cliente de esta casa, un empresario que ya residía en la zona, cuenta con una gran cultura arquitectónica, por lo que ha participado activamente en la concepción y construcción de la vivienda, respetando las decisiones del arquitecto.
El proceso de diseño se inicia a partir de dos premisas: la austeridad y la gestión de la privacidad del espacio. Desde fuera solo se percibe un muro con una gran portassa mallorquina (portalón) que puede permanecer abierta hacia la calle si se desea y que provee la intimidad deseada. Ya dentro, los muros actúan como un reloj de sol, proyectando sombras que dan a la casa un aspecto diferente según la hora del día.
En la ejecución y construcción, que firma el proyecto ejecutivo el joven arquitecto Miquel Serra de Negreta Arquitectura, se ha puesto una especial atención en el diseño de detalles constructivos que dotan a la vivienda de líneas muy puras.
El arquitecto Vicenç Mulet sugirió la idea de proyectar una casa patio típica del Mediterráneo, que no solo iba a resolver la cuestión de la intimidad, sino que además permitiría adecuar la temperatura de los interiores en todas las épocas del año. La vivienda se proyecta a partir de una geometría contundente: un solar cuadrado perfecto de 21m x 21m. La proporción áurea está detrás de todas las medidas que escalan esta casa de 110 m2. Se trata de un proyecto pensado a escala humana, que responde al deseo de vivirlo con sencillez sin las complicaciones de mantenimiento de una casa grande.
El patio, también cuadrado, distribuye las dependencias. Durante el verano, los grandes cristales se esconden en los muros. La pieza de habitación principal y el salón están abiertos hacia el patio y el jardín, diluyendo los límites entre el interior y el exterior. De este modo, todo forma parte de un mismo espacio continuo.
Las carpinterías metálicas de mínima perfilería se escamotean en los muros perfectamente. Los techos vistos de vigas se han realizado con hormigón blanco y paneles Viroc.
Además, abriendo la casa al espacio central y a los jardines laterales, se favorece la circulación cruzada de los vientos, el Terral (de Tierra a Mar) y la Marinada (de Mar a Tierra) refrescando la casa en periodos de calor. También se ha incrementado la altura del techo del salón hasta 3.80m, generando con ello un aumento del espacio para disipar mejor el calor en verano.
La elección de los materiales se ha realizado buscando la armonía y el carácter sobrio demandado por el cliente. Los colores y las texturas escogidas dotan a la casa de una personalidad propia que emana paz. El pavimento continuo se ha realizado a partir del hormigón de nivelación resultando un terrazo muy resistente y práctico.
Mulet ha diseñado la casa con un estilo personal influenciado por algunos de sus referentes favoritos: el pabellón de Barcelona de Mies Van Der Rohe, la arquitectura de Luis Barragán, la tradición del impluviumromano, los cubos blancos de Alberto Campo Baeza y las referencias a la arquitectura local.