ARQUITECTO: IGNASI BUENAVENTURA. INTERIORISMO: ZENTRUM. MOBILIARIO: BANNI. PAISAJISMO: VAZQUEZ I BENAGES. PROYECTO ILUMINACIÓN: SALADIÉ LIGHTING PROJECTS.
La comunicación vertical de esta vivienda del Vallés Occidental, en la provincia de Barcelona, se realiza mediante un núcleo vertical formado por la escalera que comunica todas las plantas. La idea del arquitecto Ignasi Buenaventura es crear una casa que se articulara en torno a un ocho, el doble espacio del vestíbulo de acceso.
FOTOGRAFÍAS: JORDI MIRALLES.
El arquitecto Ignasi Buenaventura proyecta un edificio a cuatro vientos en la comarca del Vallés Occidental de Barcelona, formado por una planta baja, primera y segunda, con cubierta plana no transitable.
Desde la franja de fachada que da a la calle se realiza el punto de acceso al edificio, los espacios necesarios para la ubicación de las diferentes instalaciones de contadores se ubican en la valla de la parcela. La comunicación vertical del edificio se realiza mediante un núcleo vertical formado por la escalera que comunica todas las plantas. La casa dispone de ventilación cruzada.
La idea era crear una casa que se articulara en torno a un ocho, el doble espacio del vestíbulo de acceso. Este espacio a doble altura permite el distribuidor de los espacios en las dos plantas principales, planta baja y planta primera.
La planta baja es donde se ubica la sala, estar, cocina y comedor, paralela al jardín y a la piscina, y donde predomina una piel donde el cristal y con el mismo pavimento exterior interior para dar la sensación de unión entre la vivienda y el jardín. La abertura principal de la sala, con tres hojas correderas, permite en primavera y verano unir interior y exterior, convertir la sala en un porche y el porche en sala.
Toda esta superficie acristalada siempre está protegida por el volumen que conforman el dormitorio principal de la planta primera. Para conseguir que la vivienda sea muy cómoda, en esta planta baja, se ubica el garaje y un dormitorio doble y un baño. El garaje, el único volumen de uso no residencial, se trata con un acabado de madera para remarcar la diferencia a la vez que, para integrarlo como un volumen ciego, incluyendo totalmente la puerta de acceso de vehículos.
El acceso a la vivienda también transmite lo que ocurre en el interior, por tanto, la puerta de acceso peatonal tiene doble altura, consiguiendo una entrada con un cierto carácter monumental. La planta primera, que también se articula en torno al doble espacio, integra el dormitorio principal, con baño y vestidor. Dos dormitorios con baño propio y un espacio de lavado.
El dormitorio principal diferencia y se articula en tres volúmenes diferentes. Zona de dormir, baño y vestidor. Todo está unido y separado, permitiendo tanto el uso conjunto como el uso individual, pudiendo utilizar baño o vestidor sin molestar en la zona del dormitorio. Tanto la zona de dormir como la zona de baño, se orientan a sur, enfocando la vista de la piscina y el jardín, y protegiéndose del sol con el estiramiento de la piel para crear un alero de protección solar muy necesario en el verano. Vestidor y zona de lavado conforman un volumen que integra un patio para tender la ropa totalmente protegida de las vistas exteriores.
Se realiza un cuarto volumen con los dos dormitorios de las hijas, con baño y pequeño vestuario cada una. Este volumen se sitúa a este, para aprovechar la luz de mañana, tan agradable al despertar. Todo el programa funcional en la planta segunda explota, creando cuatro cubos que en la fachada sur se desplazan exageradamente para crear el porche. Al romper los volúmenes, se aumenta la piel de la segunda planta permitiendo la entrada de luz de forma totalmente controlada y en el caso del dormitorio principal potenciando la vista del jardín.
Por último, se crea una planta segunda con un estudio, sala de juegos y baño. Esta planta está formada por un muro con cristal en el sur y este y cerrado a oeste. Trata de ser una planta muy ligera que no entre en rivalidad con la planta primera ya que no es la protagonista de la casa.