Los propietarios de esta vivienda, diseñada por Laura Martínez, querían darle un toque diferente a todo su hogar, modernizarlo y dotarlo de carácter atemporal, hacerlo mucho más funcional y -una de las premisas más importantes- conseguir aumentar la entrada de luz natural en todos los espacios.
Fotografías: Bonet Fotografía.
El proyecto ha consistido en el rediseño de la distribución de la vivienda. El punto fuerte ha sido la unión de cocina, comedor, recibidor y pasillo, mediante la creación de un espacio abierto que dota a la vivienda de gran amplitud, potencia la luminosidad y convierte la zona de día en un espacio más funcional para el día a día de la vida familiar.
La frescura apacible del estilo Scandi viste toda la vivienda, con sus líneas rectas en blanco y madera dominando las estancias. Todos los espacios son muy acogedores y siguen un estilo en armonía, no hay nada estridente ni discordante, la coherencia es absoluta. La combinación de tonos beige, marrón y verde azulado en paredes y textiles aporta gran serenidad. Se ha conseguido un ambiente en equilibrio y muy vinculado a la naturaleza.
El resultado de esta reforma completa realizada por el estudio Laura Martínez es una vivienda que ha dejado atrás una distribución desaprovechada y oscura, para convertirse en una vivienda muy luminosa y cálida.
El pavimento de baldosas hidráulicas y una vidriera a media altura en hierro negro diferencia la cocina del resto de la zona de día. Ésta, en forma de U y con una ventana en la pared frontal, es un magnífico ejemplo de aprovechamiento del espacio. El recibidor queda abierto a la zona de día, solo un panel de listones de madera aporta la privacidad necesaria, a la vez que deja pasar la luz. El almacenaje en la zona de día se ha resuelto con un mueble bajo, en blanco y con sobre de madera, realizado a medida, que va de lado a lado de la estancia. En los dormitorios, el mobiliario se ha realizado totalmente a medida, lo que ha permitido aprovechar el espacio al máximo.