Este clásico apartamento del Ensanche de Barcelona ha sido reacondicionado para un nuevo uso destinado a tres familias que precisan de zonas comunes y una buena compartimentación de los espacios de intimidad. El piso, además, sirve para albergar una nutrida e interesante colección de obras de arte.
El proyecto se sitúa en una vivienda en el Ensanche izquierdo de Barcelona, con elementos característicos de las viviendas de este barrio, como una planta estrecha y alargada de fachada a fachada, los pavimentos de baldosas hidráulicas o las molduras de techos y paredes.
Una familia extranjera adquirió la vivienda como residencia vacacional en España. Querían mantener los elementos originales en buen estado, a la vez que cambiar la distribución e introducir un estilo contemporáneo y elegante en los nuevos elementos. La vivienda debía de ser confortable como un hotel y contener tres dormitorios en suite para alojar a tres familias a la vez. Además, el cliente necesitaba que se ampliase la sala y se uniera con la cocina, para lo que había que eliminar paredes constructivas y unir varios espacios en uno. Funcionalmente se plantearon dos zonas distintas, la de día y la de noche, que exigían un tratamiento diferenciado. La zona de día tenía que estar bien conectada, uniendo el vestíbulo de entrada, el distribuidor, la cocina y la sala. La zona de noche debía eliminar habitaciones para ubicar los baños de las suites y crear así tres espacios independientes.
El concepto de diseño para las diferentes estancias está basado en piezas a medida de estilo contemporáneo, situadas de forma superpuesta sobre la estructura original de la casa. Así se consigue dejar una distancia respetuosa a los abundantes elementos decorativos originales, como las molduras de los techos y las carpinterías interiores de la vivienda.
La sala se ha amueblado creando dos zonas complementarias. La zona del comedor y el conjunto de sofá con dos butacas, una mesa central con detalles dorados, una lámpara de pie y un aparador bajo, realizado a medida en laca blanca. Las cortinas de lino delante de las carpinterías originales restauradas y el espejo dorado terminan de vestir el espacio.
Proyecto: TOBIAS LAARMANN Y YOLANDA YUSTE, YLAB ARQUITECTOS BARCELONA.
Textos: Pablo Estela.
Fotografías: Tobias Laarmann.
Estilismo: Daniela Cavestany.