PROYECTO: COBLONAL INTERIORISMO.
Este apartamento destinado a un joven soltero quiere aprovechar al máximo el espacio y la nueva sensación de apertura. La solución distributiva gira en torno a la pieza central que elimina los pasillos aprovechando al máximo el espacio, redistribuyendo las diferentes zonas y acogiendo en su interior lavamanos, almacenamiento para el salón, baño completo, armario y escritorio.
FOTOGRAFÍAS: MARÍA COMAS. TEXTOS: PABLO ESTELA.
La fusión del interiorismo y la decoración de este proyecto, traslada al visitante a un espacio abierto, elegante, sereno y cálido a la vez. El volumen central y multifuncional que conecta todas las estancias proporciona una distribución del espacio abierta y accesible.
El interiorismo y la renovación integral de este piso situado en el barrio de Sarrià, en la zona alta de la ciudad de Barcelona, llevó a crear un espacio abierto y moderno para poder cumplir las expectativas del cliente, tanto en los elementos de decoración, como en la funcionalidad del proyecto.
El cliente de Coblonal Interiorismo es un joven, soltero, dedicado al mundo financiero, que acaba de comprarse una vivienda de setenta metros cuadrados, bien ubicada y con una fachada principal y otra posterior, con dos habitaciones, cocina abierta y un salón comedor, pero que no le convence la pérdida de espacio dedicado a pasillos, habitaciones pequeñas y con poca luz. Éste era el principal requerimiento que realiza a los interioristas de cara a la reforma y acondicionamiento de su inversión.
En este proyecto de interiorismo y decoración tenían un reto: aprovechar al máximo la superficie de la vivienda, conseguir una distribución del espacio que fuera lo más abierta posible entre las dos habitaciones y, lo más sugestivo de todo, generar un volumen central cubierto de madera de parqué, concebido como un espacio multifuncional.
Este volumen central y multifuncional engloba el escritorio, el baño, el armario, el cuarto de la lavadora/secadora, y un mueble para almacenaje frente al salón-comedor.
Todas las estancias gravitan alrededor de ese espacio generado en el centro de la vivienda, para darle funcionalidad y aprovechar los metros cuadrados y así no perderlos en el antiguo pasillo.
Se ha primado la funcionalidad del espacio exprimiendo al máximo la superficie, para cubrir todas las necesidades del cliente: un dormitorio luminoso, accesos funcionales, armarios, espacio entre el primer dormitorio y el segundo, donde el primer dormitorio es el principal y donde el segundo es una estancia polivalente que puede usarse como estudio o sala de estar, pero cuando se usa como dormitorio, entran en juego las puertas correderas para cerrar la estancia y darle privacidad.
Se han utilizado puertas correderas en toda la vivienda para conseguir aprovechar cada metro cuadrado gracias a este práctico recurso. Se está ante una vivienda atemporal, de estilo masculino y contemporáneo, donde la ternura y la calidez se encuentran en los detalles decorativos, en el atrezo del mobiliario usado.
En este sentido, se han combinado los acabados de estilo masculino con un punto de dureza, pero contrarrestándolos con la calidez que desprenden los tejidos que llenan la vivienda, como el sofá y sus cojines, las texturas de lino natural para vestir la cama y el cortinaje, o el cuadro de distintas tonalidades que domina el salón-comedor.
Cromáticamente el proyecto en su conjunto se define con colores topo, piedra y negro; el pavimento está formado por una pieza de gran formato metro por metro, porcelánico con textura. La decoración del volumen nervador está aplacada con madera de roble de tonos grisáceos. La cocina tiene acabados lacados y metálicos, y se diseñó con el objetivo de que no compitiera con el pavimento negro ni con la madera del volumen nervador.