PROYECTO: LAIA TIÓ ARQUITECTURA.
El estudio de Laia Tió Arquitectura proyecta esta vivienda unifamiliar adosada que se encuentra en primera línea de mar, en un luminoso pueblo cerca de Barcelona. Un magnífico jardín y unas vistas privilegiadas caracterizan a este proyecto de arquitectura inteligente.
FOTOGRAFÍAS: MERCÈ GOST PHOTO.
La superficie de la parcela es de 581,79 m2, de los cuales 181,26 m2 son edificables, los correspondientes a un rectángulo de 9,00m de ancho por 10,07m de profundidad. El resto de la superficie de la parcela está destinada a jardín privado, situado alrededor de la casa familiar, a excepción del lateral correspondiente a la medianera noreste, donde se prevé la construcción de una nueva vivienda. Se plantea la construcción de dos viviendas de manera conjunta, compartiendo algunos espacios comunes, siendo propietarios de la misma familia.
El programa funcional de las viviendas se distribuye teniendo en cuenta la practicidad y comodidad: planta sótano destinada a aparcamiento común y trasteros, planta baja destinada a zona de día, relacionada con el jardín exterior y la piscina con lámina de agua enrasada, planta primera destinada a zona de noche, con dormitorios y baños, planta bajocubierta con salida a la terraza solárium.
Volumétricamente las viviendas ocupan la totalidad de las dimensiones edificables de 9,00 m de ancho, 10,07 m de profundidad, cada una de ellas, con cubierta inclinada resuelta con teja árabe tradicional. La edificación presenta un juego de volúmenes generando porches en planta baja, en la fachada principal creando un espacio exterior cubierto cerca de la piscina, y en la fachada posterior, generando la zona de acceso. En la planta primera se diseña un cuerpo en voladizo longitudinal en la fachada sur, potenciando la horizontalidad de la fachada principal y permitiendo agrupar las distintas ventanas de la planta, protegiéndolas del intenso sol del verano.
Se accede a las dos viviendas a través del jardín posterior y se entra a la planta baja. En la zona norte se encuentran los espacios de servicio como el recibidor, la escalera, el baño de cortesía y la cocina, que a su vez se abre al salón comedor ubicado en la zona sur.
La cocina amueblada por Santos se combina con encimera de Neolith con una barra de madera maciza de castaño sobrepuesta, dando un toque orgánico al diseño minimalista. La cocina se funde con la zona de comedor y salón, gozando de la luminosidad del sur y conectando con el jardín, la piscina, los pinos mediterráneos y el propio mar. La escalera que comunica todas las plantas combina madera natural y hierro, minimalismo visual y honestidad.
En la planta primera se disfruta de una suite con vestidor y baño privado, dos dormitorios y un baño. La bañera y la suite gozan de vistas directas al mar. En este espacio destaca también la grifería mural en color cobre mate. El lavamanos se construye con porcelánico gris antracita y metal efecto cobre, un nuevo juego solapando materiales y texturas.
La composición de la volumetría exterior responde a la idea de un zócalo correspondiente a la planta baja, revestida con baldosas porcelánicas oscuras de gran formato, y una parte superior de tonalidad blanca, resuelta con SATE (sistema de aislamiento térmico por el exterior) favoreciendo la eficiencia energética de la edificación.
El pavimento exterior es un porcelánico de gran formato, igual al que se ha utilizado en el interior de la vivienda permitiendo dar continuidad entre el espacio interior y exterior, hecho que se potencia con la carpintería de aluminio, con las guías empotradas y las amplias dimensiones de las balconeras, que permiten generar esta sensación de continuidad y apertura.
Se ha escogido como solución sostenible la instalación de paneles fotovoltaicos en la vertiente sur de la cubierta inclinada, generando electricidad para el autoconsumo global de las instalaciones: la caldera eléctrica y las bombas de calor para refrigeración, además del resto de electrodomésticos.