PROYECTO: COBLONAL INTERIORISMO.
El propietario de este ático, con terraza y privilegiadas vistas a Barcelona, es un amante del ciclismo con tres hijos. Quería una atmósfera acogedora y personal, que se alejase de convencionalismos y evitara, especialmente, los espacios hegemónicos en color blanco.
FOTOGRAFÍAS: HEIDI CAVAZOS.
Con ese objetivo, Coblonal Interiorismo ha diseñado un refugio urbano único, donde predominan los cromatismos oscuros y la estética industrial, mediante una variada paleta de materiales metálicos y diferentes tonalidades de madera.
“El reto de este proyecto, radica en la labor de rehabilitación integral de la vivienda. Y es que, para potenciar los puntos fuertes de este privilegiado ático, hemos reformulado la zonificación de las estancias para conseguir abrir el espacio y así aprovechar las vistas panorámicas del hogar”, explican desde Coblonal Interiorismo.
El resultado de esta reforma integral es una vivienda familiar con una magnífica zona de día, cuatro habitaciones y una gran terraza que desprende confort, calidez y elegancia. La conjugación de materiales oscuros, una iluminación meditada al milímetro y el pavimento de madera natural brindan una gran armonía cromática en toda la vivienda.
El rediseño de la zona de día se formuló lo más abierto posible, con el principal objetivo de destacar las vistas panorámicas y aprovechar la gran luminosidad proveniente del exterior. De tal modo, la cocina, de mobiliario oscuro, madera y metal, se integra discreta con la zona de comedor y el salón.
La zona del comedor es elegante, acogedora y luminosa. Los dos grandes ventanales que dan a la terraza se han vestido con unas cortinas de lino gris. Las piezas de mobiliario de calidad, seleccionadas a conciencia, son el sello de identidad del proyecto decorativo. En el salón, una bicicleta colgada, imágenes de ciclismo y trofeos dan el carácter personal a la pared de chapa perforada, confeccionada para favorecer la movilidad de los diferentes objetos. Es una zona que, en esencia, queda fusionada con las espectaculares vistas a la ciudad y logra convertirse en el clímax de este proyecto.
La cocina, abierta al comedor y enmarcada por la ‘Caja Coblonal’, combina armarios panelados con frontales de madera. Una isla de acero inoxidable y madera se convierte en el centro de atención y en el punto idóneo para reuniones y conversaciones mientras se cocina.
En el lado opuesto, el baño de cortesía queda integrado en la caja distributiva. Se crea un interesante juego de claroscuro al abrir la puerta y acceder al baño en blanco. El microcemento blanco se ha combinado con grifos negros y detalles de madera como elemento de contraste.
La suite principal, a petición del propietario, se ha redistribuido para conseguir una unidad independiente dentro del mismo hogar. El baño completo, con ducha y bañera, se integra en la propia suite. Una puerta corredera con perfilería de madera y frontales de cristal de mil rayas aporta intimidad cuando es necesario.
La terraza es el elemento distintivo de este ático. Rodea toda la vivienda y se convierte en el idílico escenario para compartir momentos con la familia o los amigos. Un rincón de placer, calma y bienestar.
Para potenciar su funcionalidad, se han seccionado cuidadosamente tres zonas diferenciadas. En la zona lounge, un banco de madera y almohadas confeccionadas a medida, invitan a saborear un momento de pausa y contemplar las vistas panorámicas a la ciudad de Barcelona. El área de comedor exterior, se ha vestido con una mesa extensible y sillas de exterior, pensadas para acompañar comidas al aire libre en compañía de familiares o amigos. La zona de aguas, ubicada justo al lado de la suite, es una pequeña cápsula de relajación, donde destaca una bañera de acero y una cabina de ducha de madera. Los grifos, diseñados a medida con tubos de cobre, aportan el toque de elegancia y exclusividad a este refugio de sensaciones.