Viruta Lab rehabilita el interior de una vivienda histórica en el casco antiguo de València. Un trabajo minucioso para poner en valor los elementos preexistentes y su impronta arquitectónica.
Fotografías: Sievers&Carregui.
María Daroz y David Puerta, el equipo creativo del estudio Viruta Lab, proyectan un hogar que ensalza el valor de la tradición y el gusto por los oficios antiguos, desde el prisma de la contemporaneidad.
En él, se ha realizado un minucioso trabajo de conservación de las piezas históricas preexistentes. A través del profundo bagaje del estudio en la conservación de patrimonio arquitectónico, se ha conseguido devolver la esencia y el lugar a todos los elementos de la vivienda.
Ejemplo de ello son las escultóricas y antiguas puertas talladas en madera que se han recuperado potenciando así la nobleza y artesanía de su ebanistería. La alfombra de azulejos tradicionales que viste el suelo del espacio es un auténtico homenaje al legado cultural de la cerámica valenciana, como es el mosaico de Noia.
Además, sorprende en el dormitorio principal una clásica chimenea de mármol que devuelve el encanto burgués del salón anteriormente ubicado en esta zona, mientras que crea un ambiente cálido y acogedor.