PROYECTO: ALEX MARCH STUDIO.
La Barcelona residencial más elegante, en la apacible zona del Turó Park, atesora algunas joyas de interiorismo. Esta vivienda de generosas dimensiones, rediseñada por Alex March, es una de ellas. Posee uncarácter mediterráneo muy vivo y cálido, enriquecido con una mezcla de influencias europeas y étnicas
FOTOGRAFÍAS: DANIEL SCHÄFER. ESTILISMO: ERIKA G. LEE.
La necesidad de su propietaria era darle un aire renovado: “mi clienta deseaba tener otra relación con su espacio, un hogar inspirador, atemporal, elegante, alegre, equilibrado, con alma y carácter” explica el interiorista Alex March quien destaca la sensibilidad por el arte de la propietaria: “es una enamorada del arte y, en particular de las obras del artista Iñaki Moreno”. Además, en este proyecto, la voluntad de preservar, recuperar y rejuvenecer los elementos preexistentes de la vivienda, ubicada en una finca de los años 20, ha sido prioritaria.
En esencia la vivienda es un espacio representado por claras influencias mediterráneas. Se palpa un carácter mediterráneo muy vivo y cálido, enriquecido con una mezcla de influencias europeas y étnicas, principalmente africanas. El diseño interior de esta casa responde a un gran trabajo del color, algo habitual en gran parte de los trabajos del estudio de Alex March.
Para esta vivienda se ha escogido una mixtura de elementos de mobiliario y decoración, donde confluyen el arte figurativo, el surrealismo y el expresionismo con la abstracción en arte, la artesanía y numerosas piezas de mobiliario singulares. Algunas de estas piezas son únicas, pertenecientes a autores prácticamente desconocidos o, a veces, sin autor conocido. Otras obras son de autores icónicos catalanes, también del resto de la Península Ibérica, combinados con piezas de autores europeos icónicos del siglo XX.
Algunas lámparas son piezas únicas y exclusivas para el proyecto, diseñadas por Omar Sherzad (Omalight), gran parte de los cuadros llevan la impronta del artista contemporáneo Iñaki Moreno, las alfombras son de lana iraní y las plantas aportan el toque de frescura ideal en todas las estancias de la casa.
Toda la vivienda destila una atmósfera de elegancia y pasión por el arte y el diseño, si bien en el salón y el comedor esta sensación es donde se acentúa más.
En la pared central del salón, una pareja de cuadros en blanco y negro colma la estancia de agilidad y dinamismo. A un lado, el sofá se ha colocado estratégicamente en sentido contrario a la entrada de luz, creando un efecto intimista y acogedor. Junto a éste y sobre una mesita blanca, pieza única diseñada por el propio Alex March, destaca la lámpara de sobremesa de la serie Bach, diseñada en 1970 por la pareja de arquitectos Federico Correa y Alfonso Milá.
Para el lado opuesto, se ha elegido un cabinet diseñado por la gran visionaria del interiorismo moderno, la arquitecta y diseñadora francesa Charlotte Perriand en 1958, adquirido en Antigues Matèries. Con la intención de darle a esta pieza la importancia que merece, se han seleccionado únicamente dos piezas decorativas sobre este mueble: un cuadro hecho a base de piezas originales del artista italiano Piero Fornasetti y una escultura de Julio Bono. Para conseguir mayor calidez, el suelo de madera natural se viste con una alfombra de lana iraní.
En el comedor, el icónico banco Batlló, diseñado por Antoni Gaudí, hace de majestuoso hilo conector entre el salón y el comedor. Se trata de una reproducción fidedigna y numerada de uno de los muebles que proyectó Gaudí originalmente para el comedor principal de la Casa Batlló, producido por BD Barcelona Design. Sobre este banco, un cuadro de los años 70, de autor desconocido, luce gracias a un cromatismo que armoniza con el resto de los elementos.