PROYECTO: BRAG ARQUITECTOS.
Casa Stagioni forma parte de un conjunto de dos de casas que parecen grandes marcos de piedra para contemplar el bosque desde interiores cálidos y acogedores. La vivienda se encuentra en un terreno prácticamente virgen, con una topografía agresiva.
FOTOGRAFÍAS: RAFAEL GAMO.
Ambas casas de este conjunto fueron diseñadas para alojar respetuosamente entre los árboles estancias cortas y de fin de semana y para que significaran la mayor plusvalía del predio. El 60% del terreno está ocupado por áreas verdes que rodean lo construido. Todos los árboles existentes se respetaron y sirvieron como premisas compositivas: las terrazas se diseñaron para incorporarlas como elemento central.
El reto principal al construir fue la topografía que determinó que las casas tengan un metro de diferencia entre sus niveles de desplante. Ambas se asientan en la parte media posterior del predio, remetidas unos doce metros desde el acceso general, para acentuar la sensación de inmersión en el bosque.
El sistema estructural fue resuelto mediante muros de carga y columnas con un sistema de entrepiso de losa nervada que permitió dar amplitud a los espacios en planta baja. Un marco de piedra de gran contundencia enmarca cada fachada a la que vez que unifica y cohesiona la composición en sentido horizontal. Otro marco monumental encuadra la transición entre sala y comedor a la vez que baja las cargas al terreno en sentido transversal. Al determinar con estudios de mecánica que el suelo está conformado principalmente por tepetate, se optó por una cimentación de zapatas corridas y se terracearon las plataformas de desplante para respetar la orografía del terreno.
Ambas casas están orientadas en sentido oriente-poniente y tienen dos pisos. En planta baja se dispusieron las áreas de convivencia y servicios: acceso, jardín, sala, comedor, terraza, sala de televisión, cocina, un medio baño y cuarto de servicio. En la estancia, la madera de las puertas de la cocina se extiende como una alfombra y encuadra al comedor en una calidez que lo singulariza sin necesidad de paredes.
La escalera es otro elemento compositivo protagónico: colgada de la losa superior con tensores se convierte en una circulación permeable, una transición armoniosa entre los elementos del programa; los escalones tienen huellas de basalto y bordes de madera. La chimenea, también de basalto, está diseñada para acentuar la sensación de amplitud y su altura, deliberadamente baja, deja libres las vistas desde cualquier punto de la sala. En la planta alta se dispusieron las áreas de descanso: cuatro recámaras en cada casa con sus respectivos baños y vestidores. En la parte posterior de una de las casas hay, además, una alberca.
La madera del plafón y los pisos de planta alta hace la atmósfera cálida y acogedora. El mobiliario es de Esrawe, la mesa del comedor se diseñó en colaboración con Punto Griego, y se incorporaron obras de Aldo Chaparro.
Para el diseño de iluminación se concibieron las casas como elementos escultóricos, de modo que la luz acentuara sus cualidades arquitectónicas sin descuidar la comodidad visual de los usuarios. Algunos muros reciben baños de luz para destacar sus texturas, algunas luminarias decorativas dirigen haces a piezas focales como las obras de arte; y al mismo tiempo la iluminación general cuenta con resguardos para no incomodar la vista de los ocupantes. Desde el acceso principal un juego de contrastes entre la luz que baña la fachada y ciertos puntos de contraste en el interior aumenta la amplitud espacial.