ARQUITECTURA: XAVIER MIQUEL MARCER.
El concepto básico de este proyecto del arquitecto Xavier Miquel Mercer ubicado en la Costa Brava es el de aprovechar el espacio al máximo para ordenar sus funciones. La buena iluminación natural de la que dispone la parcela inunda los espacios.
FOTOGRAFÍAS: JORDI MIRALLES.
Se trata del proyecto de nueva construcción de un edificio unifamiliar aislado, situado en la localidad costera de Palafrugell, en Girona, para el promotor Gotz Lange.
Se proyecta un edificio a cuatro vientos con fachada a la calle Isla Negra, que se organiza en tres niveles que se escalonan adaptándose a la pendiente del terreno. En el primer nivel se encuentra la planta de acceso, donde se sitúa un garaje y el acceso a la vivienda. Aquí se encuentra una sala, la escalera y el ascensor. En la planta menos uno se emplazan cuatro habitaciones, dos baños y un lavadero, y en la planta menos dos se dispone la sala, el comedor, la cocina, un baño pequeño y una despensa.
La edificación se proyecta separada tres metros de la alineación del vial y a cinco metros de las parcelas vecinas de los lados Este y Oeste. La comunicación vertical del edificio se realiza mediante un núcleo vertical formado por la escalera y un ascensor practicable que comunica todas las plantas.
En el diseño de la vivienda se considera el cumplimiento de las condiciones mínimas de habitabilidad de las viviendas y la cédula de habitabilidad. En el interior de la vivienda la altura útil tendrá un valor mínimo de 2,50m en salas y habitaciones y un valor mínimo de 2,20 m en cocinas, cámaras higiénicas y espacios de circulación.
La vivienda se proyecta con un programa funcional practicable para ocho personas, compuesto de salón-comedor-cocina, cuatro habitaciones dobles practicables, dos baños completos practicables, un lavadero y un baño pequeño. Con arreglo a las pautas marcadas por las austeras líneas de la arquitectura de esta vivienda, el proyecto de interiorismo ha planteado unos interiores muy vinculados al paisaje exterior y que, al mismo tiempo, reproducen el sosiego y la tranquilidad que anticipan sus muros.
En su interior la vivienda se ha proyectado con unos ambientes muy cálidos, combinando una paleta de tonos, que se complementan con un mobiliario dispuesto de forma muy cuidada. Los propietarios han participado muy activamente a la hora de escoger el mobiliario y han colaborado en la elección de los materiales de los acabados interiores, estableciendo un diálogo fluido entre ellos y el arquitecto.
Las estancias se han amueblado de forma minimalista, apostando únicamente por el uso de las piezas imprescindibles y dejando de lado lo superfluo, de modo que se han creado atmósferas acogedoras y limpias, que invitan a la relajación y a la tranquilidad. Una sencillez y depuración que se ha seguido también en los baños, en los que dominan los tonos naturales.
La piedra clara de los pavimentos y las paredes de hormigón y piedra seca local componen un marco natural y en cierto modo salvaje, para enmarcar las panorámicas de la Costa Brava que disfruta esta vivienda. De esta forma, al igual que la arquitectura está pensada para la integración de los volúmenes en la tierra, el interiorismo asume la misma vocación y declara sin complejos que el entorno es lo que manda en este proyecto y ante él se rinde.
El tratamiento cromático del interiorismo, intencionadamente armónico, busca establecer una relación directa entre la vivienda y su entorno luminoso y caracterizado por una gama de colores similar a la que se ha utilizado en paredes y tejidos para tapizar. El contraste con los pavimentos es otra forma de evocar los paisajes cercanos.