PROYECTO: M²FT ARCHITECTS.
Patrones ópticos, colores vivos e inserciones cerámicas caracterizan la transformación de este apartamento en Madrid, realizado por Flavio Martella y Maria Vittoria Tesei de M²ft Architects, que se han inspirado en el diseño italiano de los años cincuenta y sesenta.
FOTOGRAFÍAS: FLAVIO MARTELLA.
La arquitectura italiana de los años 50 y 60 vio en la investigación formal, en el color y en las texturas las principales cualidades para dar al espacio doméstico una dimensión humana, confortable y al mismo tiempo vinculada al lugar y a los materiales locales, con especial atención a las cerámicas. La Pattern House retoma estos principios y los aplica en Madrid, fusionándolos con los de la arquitectura española contemporánea de flexibilidad, dinamismo y domesticidad expandida.
Colores y patrones se utilizan para expandir el ambiente de cada espacio, creando sensaciones siempre diferentes, pero también conectadas entre sí. Las sensaciones definen las funciones: el tacto, la vista y el olfato son las principales herramientas para la construcción del espacio interior que se adapta a las diferentes necesidades. La casa está diseñada como un espacio difuso, sin divisiones, donde los únicos puntos fijos son los patrones y las texturas que adoptan diferentes formas: suelos, paredes, techos y decoraciones, permaneciendo siempre visibles desde cualquier ángulo. El muro de carga central también se transforma en un patrón tridimensional a lo largo de toda la casa.
La percepción de los espacios se expande, jugando con las cualidades mismas de las texturas: la entrada “gira” y se dirige hacia el resto de la casa, la cocina se “estira” hacia la sala de estar, el baño “sube” y su sensación de bienestar crece, el dormitorio se “expande” y cambia según necesidad, la pequeña habitación “recoge” y promueve la concentración. Estas percepciones cambian según el punto de vista; un espacio doméstico libre y fluido donde se construyen numerosas escenografías del habitar, ligadas a las acciones básicas de cocinar, dormir, descansar, relacionarse, limpiar y cuidar el cuerpo.
En la Pattern House coexisten también usos relacionados a las nuevas formas de comunicación y trabajo, como el smart-working, que se materializa en la creación de un home-office. En la era contemporánea este componente está ingresando cada vez más en la vida cotidiana de muchas personas, destacando la necesidad de un espacio adecuado que permita la concentración sin tener que interferir con otras dinámicas domésticas.
La pequeña habitación se convierte en un espacio acogedor e insonorizado, gracias al techo fonoabsorbente amarillo, color que también favorece la concentración.
El dormitorio pasa a formar parte de la dinámica doméstica, convirtiéndose en un lugar multifuncional y conectado, apto para diferentes necesidades contemporáneas. La cocina se entiende como un espacio abierto que limita el aislamiento doméstico y promueve la igualdad de género en las tareas domésticas, permitiendo el trabajo simultáneo de dos o tres personas.
La entrada se transforma en un espacio “limpio”, una transición entre el exterior e interior. Cada intervención se hace para optimizar las características espaciales, pero también su rendimiento y consumo energético en una perspectiva de sostenibilidad constructiva, energética y económica. Además de la mejora y modificación de la distribución interna, se recupera el parqué existente y se añaden nuevos pavimentos cerámicos, se montan ventanas a alta eficiencia, se implementa el sistema de calefacción y se renueva el sistema eléctrico.