PROYECTO: JUMP & FLY.
Este apartamento forma parte de un edificio de viviendas de carácter social construido a principios de los años cincuenta en Madrid. En su estado original, consistía en una pastilla rectangular y alargada con una sola orientación y fachada en uno de los lados mayores.
FOTOGRAFÍAS: PAULA IBARRONDO Y RODRIGO CAÑIZARES.
Sus sesenta y cinco metros cuadrados estaban divididos en cuatro habitaciones pequeñas, sin apenas jerarquía, baño y cocina, todas conectadas a través de un pasillo que, además de largo, no estaba iluminado. Este corredor iba por detrás de las habitaciones y hacía que el apartamento pareciera oscuro, aparte de restar mucho espacio a las zonas de estar.
El proyecto de reforma busca, en un primer lugar, dotar a la vivienda de espacios más generosos y habitables, deshaciéndose del pasillo y combinando estancias según usos para liberar espacio. Se pretende, además, crear espacios mucho más luminosos, aprovechando la crujía mínima del edificio, de unos 3,65 m de largo. Se combinan las antiguas estancias de cocina, salón y comedor en una gran sala en la que se pueda desarrollar gran parte de la vida en familia. De esta forma, la cocina ocupa el lugar central de la vivienda. La cocina abierta permite que el trabajo doméstico sea visible y fomente la participación, dejando de ser algo discriminatorio. El pasillo se convierte en una habitación más, albergando usos de la cocina como la nevera, o la zona de lavadero. Finalmente, se crean dos dormitorios, uno en cada extremo de la vivienda, lo que contribuye a maximizar sus dimensiones y a reducir la necesidad de pasillo.
En cuanto al interiorismo, se trata de crear un concepto de espacio tipo boutique. Inspirada en espacios comerciales, la idea es dotar de carácter propio y distintivo a los distintos espacios, estimulados por el uso de distintos metales según la habitación. De esta manera, se usa el latón pulido para la estancia salón-comedor-cocina. La cocina es única y se diseña a medida para esta vivienda, cubriendo el mobiliario con chapa de latón pulido de 3 mm. Se opta usar solamente mobiliario bajo para dar mayor sensación de amplitud, a lo cual también contribuye el uso de chapa pulida a espejo que se utiliza como salpicadero.
En el dormitorio doble se utiliza el cobre y para el dormitorio del niño se utiliza el acero. Los armarios se dejan abiertos para que las estancias parezcan más amplias.
Cada estancia está pintada de colores distintos, pero se crea un friso de textura rugosa que recorre la casa al completo, conectando los distintos espacios de forma fluida y dotando de profundidad y textura a la parte superior de la vivienda, creando una imagen potente y única. Aparte de una función estética, el friso tiene también la función de ocultar instalaciones tipo conductos de ventilación, electricidad, la campana de la cocina y fontanería. El suelo es de microcemento continuo, ayudando a unificar todas las estancias.
Bajo el suelo de microcemento se despliega el suelo radiante, lo que permite ahorrar en el gasto de energía y a la vez eliminar elementos como los radiadores en paredes para maximizar el espacio útil disponible. La climatización en verano se realiza a través de aire acondicionado por conductos. Gran parte del mobiliario ha sido diseñado y construido a medida para su ubicación en la vivienda.