UNIMAFILIAR EN MALLORCA
PROYECTO: VIRAJE ARQUITECTURA. MATERIALES CERÁMICOS: KERABEN.
Un gran unifamiliar proyectado pensando en el entorno mediterráneo de la isla de Mallorca que cuenta con amplias vistas hacia el horizonte. En este contexto la decisión de unificar el pavimento con un porcelánico de estilo cemento se antoja como la solución más moderna y utilitaria que podría asumir el estudio autor del proyecto.
FOTOGRAFÍAS: GERMÁN CABO. TEXTOS: JOAN GUINARDÓ.
Esta vivienda de estilo contemporáneo se sitúa en una urbanización de Mallorca muy próxima al mar. La parcela sobre la que se proyectó es un terreno alargado donde la parte trasera se respetó para conservar en él una zona boscosa preexistente.
El acceso a la parcela se produce desde el lateral de la misma, generando durante el recorrido hasta la entrada principal un pequeño paseo donde la edificación y la piscina recuerdan el típico paisaje mallorquín, con vegetación y materiales autóctonos.
Finalizando, junto a la puerta, hay un pequeño estanque por el que discurre una cascada a través de un muro de piedra de la zona.
El proyecto se compone de tres volúmenes maclados, cuyo núcleo de unión conforma un vacío que resuelve la circulación vertical. En la planta baja se encuentra la cocina y lavandería, vinculadas al salón. Separados de éstas mediante patios, se halla el garaje y una habitación de invitados junto al baño común de la vivienda. En la primera planta se disponen cuatro dormitorios y dos baños, conectados visualmente con la planta baja a través de dobles alturas.
El elemento que conecta toda la vivienda interior es el pavimento, que con su textura y acabado consigue crear una superficie completamente lisa, continua y uniforme. El material escogido es un pavimento porcelánico de estilo cemento. En concreto, la colección Evolution de Keraben en color Taupé y formato 75×75 cm. Gracias al uso del mismo pavimento en toda la vivienda, se consigue homogeneizar los espacios y crear una sensación acogedora y moderna a partes iguales.
La relación del espacio exterior con el interior es constante en cada punto de la vivienda. Esta conexión se produce a través de patios con abundante vegetación y una relación directa de la zona de día con la piscina. Para potenciar la esencia natural de la zona exterior, se utilizó un pavimento cerámico antideslizante inspirado en la piedra natural.
La vivienda está formada por paneles de hormigón prefabricado, de modo que las fachadas conforman la estructura de los volúmenes. Su ejecución en fábrica de un modo controlado permitió la completa construcción de la vivienda en un periodo de aproximadamente cuatro meses. Estas condiciones de control de producción y economía de tiempos suponen además un ahorro energético y de generación de residuos muy por encima al de la construcción de una vivienda tradicional de las mismas dimensiones y características.
La vivienda conforma de este modo un modelo sostenible con una arquitectura cuidada y una coherencia con las necesidades energéticas actuales y el medio ambiente.